Llegar a Lyon, Francia, en tren es una experiencia cómoda gracias a sus dos principales estaciones: Part-Dieu y Perrache. Part-Dieu es el principal nudo ferroviario, conectando Lyon con otras grandes ciudades europeas y francesas a través de la alta velocidad (TGV) y trenes regionales (TER). Por otro lado, Perrache se sitúa más cerca del centro histórico y ofrece conexiones tanto nacionales como regionales, siendo también un importante centro de tránsito urbano.
En cuanto al transporte público alrededor de estas estaciones, Lyon ofrece un sistema eficiente compuesto por autobuses, tranvías y una red de metro. Part-Dieu está excepcionalmente bien conectada, siendo un punto clave para el tranvía T1 y la línea B del metro, que facilitan el acceso al resto de la ciudad y sus alrededores. Perrache, por su parte, también es accesible mediante varias líneas de autobús, el tranvía T2 y la línea A del metro, lo que asegura una transición fluida desde la llegada en tren hasta el inicio del descubrimiento de la ciudad.
Para aquellos que recién llegan, comenzar a explorar Lyon desde Perrache puede ser particularmente encantador, ya que permite un fácil acceso al casco antiguo, un área repleta de historia, arquitectura renacentista y callejuelas pintorescas. Desde Part-Dieu, la línea B del metro es una opción rápida para alcanzar lugares emblemáticos como la Place Bellecour o el Parc de la Tête d'Or.
Independientemente de la estación de llegada, comenzar la visita a Lyon implica sumergirse en su rica cultura y patrimonio. Un paseo por el río Saona o una visita a la Basílica de Notre-Dame de Fourvière son excelentes puntos de partida para apreciar la belleza y la historia de esta magnífica ciudad francesa.